Hay que reconocer que por aquel entonces, los tenían cuadrados.
Hoy en día, con todo el saber y la experiencia acumulada, volar por primera vez un prototipo debe ser un juego de niños, comparado con aquellos tiempos.
"...En aquellos aviones, que eran como chimeneas con unas alitas de navajas de afeitar, tenías que estar "aterrado hasta el pánico", y la frase no era un chiste. Los patinazos, las volteretas, los tirabuzones; verdaderamente. como había dicho Saint Exupery, sólo podías permitirte pensar en una cosa: ¿Qué hago después? A veces, en Edwards, ponían las grabaciones de pilotos en su último picado, el que les mataba, y el individuo daba bandazos, deba volteretas en un trozo de tubería de quince toneladas con toda la aerodinámica perdida hacia mucho, y sin que le quedara una oración, y el tipo lo sabía y gritaba por el micrófono, pero no llamaba a mamá o a Dios o al espíritu sin nombre de las tinieblas, sino pidiendo una migaja de información sobre el rito: "!He probado A!!He probado B!!He probado C! !He probado D!!Decidme qué más puedo probar!" Y luego, aquel clic verdaderamente espectral de la máquina. ¿Qué hago ahora?(¿en ese momento en que se abre el abismo?)y todos los que estaban allí se miraban y cabeceaban siempre levemente, y el mensaje no expresado era: ¡ Qué lástima! Era un tipo con Lo Que Hay Que Tener.No había ningún luto nacional en tales casos, claro. Nadie fuera de Edwards conocía el nombre del individuo. Si se le estimaba mucho, podía conseguir alguno de aquellos polvorientos tramos de carretera con su nombre en la base. Probablemente era un joven oficial que hacía todo esto por cuatro o cinco mil dólares al año. Poseía quizás dos trajes, sólo uno de los cuales se atrevía a llevar ante desconocidos. ¡Pero nada de esto importaba!- ni en Edwards ni en la cofradía"
Tom Wolfe "Lo Que Hay Que Tener (The Right Stuff)", página 58, Editorial Anagrama, Segunda Edición 1984.
P.S.: Tayún ¿De visita o de trabajo en Edwards? En cualquiera de los dos casos...My God!!! Saludos. Pablo.
Por fin!
ResponderEliminar1Saludo.Roberto_yeager
Eh!, que Yeager y el X-1 ya habían pasado por el Club hace tiempo...
ResponderEliminarHay que reconocer que por aquel entonces, los tenían cuadrados.
ResponderEliminarHoy en día, con todo el saber y la experiencia acumulada, volar por primera vez un prototipo debe ser un juego de niños, comparado con aquellos tiempos.
Si, definitivamente los tenían cuadrados.
Sin duda una raza diferente. Hoy aún me estremezco al ver los lagos salados, pisar donde ellos pisaron.
ResponderEliminarTayun et al:
ResponderEliminar"...En aquellos aviones, que eran como chimeneas con unas alitas de navajas de afeitar, tenías que estar "aterrado hasta el pánico", y la frase no era un chiste. Los patinazos, las volteretas, los tirabuzones; verdaderamente. como había dicho Saint Exupery, sólo podías permitirte pensar en una cosa: ¿Qué hago después? A veces, en Edwards, ponían las grabaciones de pilotos en su último picado, el que les mataba, y el individuo daba bandazos, deba volteretas en un trozo de tubería de quince toneladas con toda la aerodinámica perdida hacia mucho, y sin que le quedara una oración, y el tipo lo sabía y gritaba por el micrófono, pero no llamaba a mamá o a Dios o al espíritu sin nombre de las tinieblas, sino pidiendo una migaja de información sobre el rito: "!He probado A!!He probado B!!He probado C! !He probado D!!Decidme qué más puedo probar!" Y luego, aquel clic verdaderamente espectral de la máquina. ¿Qué hago ahora?(¿en ese momento en que se abre el abismo?)y todos los que estaban allí se miraban y cabeceaban siempre levemente, y el mensaje no expresado era: ¡ Qué lástima! Era un tipo con Lo Que Hay Que Tener.No había ningún luto nacional en tales casos, claro. Nadie fuera de Edwards conocía el nombre del individuo. Si se le estimaba mucho, podía conseguir alguno de aquellos polvorientos tramos de carretera con su nombre en la base. Probablemente era un joven oficial que hacía todo esto por cuatro o cinco mil dólares al año. Poseía quizás dos trajes, sólo uno de los cuales se atrevía a llevar ante desconocidos. ¡Pero nada de esto importaba!- ni en Edwards ni en la cofradía"
Tom Wolfe "Lo Que Hay Que Tener (The Right Stuff)", página 58, Editorial Anagrama, Segunda Edición 1984.
P.S.: Tayún ¿De visita o de trabajo en Edwards? En cualquiera de los dos casos...My God!!!
Saludos.
Pablo.
De trabajo interinamente, y en Maryland oficialmente.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por la cita.
Coño! En Edwards!! La virgen que envidia!
ResponderEliminar1Saludo. Roberto_yeager