sábado, 1 de junio de 2013

"El bombardero del campo de maiz".-

En la entrada anterior veíamos un F-106 que tras perder a su piloto, aterrizaba sólo en un terreno helado de Montana. Un reconocido cliente del Club hacía mención a la importancia que en tal hecho había tenido la experiencia en alas delta aportada por el Dr. Lippisch.


Alexander Martin Lippisch, fue un reputado científico e ingeniero alemán que destacó en el estudio de las Alas Volantes, Alas en Delta y en el fenómeno aerodinámico del Efecto Suelo, y cuyo diseño más conocido fue el Me 163 Komet. El doctor Lippisch fue sacado de Alemania y llevado a los Estados unidos al finalizar la Segunda Guerra Mundial,  junto a docenas de otros destacados científicos, durante la Operacio Paperclip llevada a cabo por la Oficina de Servicios Estratégicos, la antigua Agencia Central de Inteligencia. Allí trabajó para Convair en proyectos tan destacados como los del  F-102 Delta Dagger, F-106 Delta Dart y B-58 Hustler.


El aparato en cuestión, el F-106 A (58-0787), fue construido por Convair en 1958 y formaba parte del 71º Escuadrón de Caza de la Base Aérea de  Malmstrom, en Montana. El 2 de febrero de 1970, mientras llevaba a cabo un vuelo de entrenamiento rutinario a 38.000 pies en el que practicaba maniobras básicas de combate aéreo, el avión entró repentinamente en barrena plana mientras intentaba seguir a otro caza en una inversión con altas Gs. Su piloto, el capitán Gary Foust, realizó, tras sufrir el hachazo, desesperados intentos por sacar el avión de su condición, para lo que adecuadamente colocó gases en ralentí y compensó para despegue, intentando por último desprender el paracaídas de frenado. Tras sus infructuosos intentos, Foust decidió saltar abandonando la nave cuando se encontraba a 15.000 pies.

 La reducción en el peso de piloto y asiento, y el cambio en el centro de gravedad posterior, unido a la posición de gases y trimado, motivó que el aparato se recuperase de sus giros por sí sólo y con los planos perfectamente nivelados, realizase un perfecto aterrizaje sin tren sobre un campo nevado, deslizándose por el terreno próximo a una granja cercana a Big Sandy, donde quedó detenido y con el motor aún en marcha. Cuando minutos después llegó el Sheriff del condado, y tras comunicar a la base que el motor aún permanecía en marcha, se le informó de que únicamente debería esperar a que se consumiése el combustible remanente, algo que ocurrió una hora y cuarenta y cinco minutos después.


El piloto, que había caído en los montes cercanos, fue rescatado posteriormente por residentes locales con la ayuda de motos de nieve. Un equipo de recuperación de la Base aérea de McClellan llegó al lugar y comenzaron a trabajar en el avión, desmontando sus alas para su posterior traslado por tren.


Conocido ya por todos como "The Cornfield Bomber" , el 58-0787 fue reparado y volvió al servicio activo, primero con su propio Escuadrón, y luego, cuando este fue desmantelado, con el 49º Escuadrón de Caza, la última unidad de la USAF en operar el F-106 A Delta Dart. Actualmente permanece en exposición estática en el Museo Nacional de la USAF en la Base Aérea de Wright-Patterson, a 10 Km de Dayton, Ohio.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por lo de reconocido cliente pero he de confesar que carezco del preceptivo bigotón.

    Lo de Lippish y el aterrizaje del avión por su cuenta también venía porque su más famosa creación, el Komet, no era precisamente un avión fácil de aterrizar. Tal vez con otro tipo de propulsión no se hubiera notado tanto, pero con su motor y su explosivo+corrosivo combustible, la seguridad no era para tirar cohetes (chiste malo, lo pilláis, lo pilláis)

    Eso sí, si yo hubiera sido tú, no hubiese puesto esta entrada. Aun saldrá alguno diciendo que los aviones vuelan (y aterrizan) mejor sin piloto dentro. ;-)

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  2. Y con 10 se juega mejor que con 11..., sí pero no.., o al menos eso espero jajaja. Un abrazo

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