lunes, 28 de noviembre de 2011

Music, oh Yeah!!!.-

Actualmente, en el panorama internacional de cazas que, o están entrando en servicio, o pronto lo estarán, solo dos han considerado desde su primigenio desarrollo el empleo conjunto con aeronaves no tripuladas UAV/UCAV, el Tifón europeo y el F-35 estadounidense. Para muchos aficionados, el control operativo de dichas aeronaves no tripuladas desde un caza es, además de impracticable, un sinsentido cuando desde miles de kilómetros ya pueden manipularse sin problemas vía enlace satelital. Respecto a la dificultad para que un piloto de combate pueda permitirse el realizar estas funciones de control, además de ejercer el control físico de su propia aeronave y el control operativo y táctico de la misión que se encuentra desarrollando, en artículos anteriores ya vimos como las diversas capacidades implementadas por desarrollos tecnológicos incluídos en el DVI y la Fusión de Sensores del Tifón, permitían y facilitaban estas operaciones. En cuanto al segundo achaque, el Ejército norteamericano viene de desarrollar unos ejercicios conjuntos encaminados a demostrar lo erróneo de ciertas creencias, y lo imprescindible que dichas capacidades serán para la guerra del futuro.

Photo By Latoya Wiggins.
El ejercicio en cuestión es el "Music Exercice 2011" (MUSIC, Manned Unmanned Systems Integration Capability), y como su acrónimo indica, ha consistido en la operación integrada de medios tripulados y no tripulados sobre el campo de batalla moderno. Durante su desarrollo, el US Army ha demostrado la capacidad de sus nuevos helicópteros Apache Longbow Block III para mejorar la conciencia situacional de sus tripulaciones mediante el enlace, a través del Unmanned Tactical Assembly (UTA), data link desarrollado conjuntamente por Lockheed-Martin y Northrop-Grumman, con un UAV General Atomics Aeronautical Systems MQ-1C Gray Eagle.


Las tripulaciones del Apache Block III controlaron en todo momento tanto el vuelo, como la carga de pago del MQ-1C. Este último también demostró la capacidad de sus nuevos dispositivos TRICLOPS, que incluyen sensores adicionales EO/IR en cada uno de sus planos y la habilidad para emitir al mismo tiempo imágenes hacia una Estación de control Terrestre Universal (UGCS), hacia diversos Terminales de Video Remoto (OSRVT) y al Apache, ejerciendo el control sobre uno o diversos sensores simultáneamente para inspeccionar diferentes objetivos.


Es evidente que cualquier avioncito puede lanzar bombas más o menos sofisticadas. Ya hemos visto hacerlo aquí en el Club anteriormente a los At-6 turbopropulsados hace unos días, y ya vieron en Vietnam cómo los A-1 Skyraider bombardeaban con certera precisión las selvas a la caza de Charlie. Mientras en los Foros militares se discute acerca de la capacidad para que uno u otro avión deje caer sus bombas, las Fuerzas Aéreas de todo el mundo, incluída la nuestra, deben ser conscientes de que lo que esos mascarranas de pelo corto y cara pintada nos piden, es algo que va más allá. Debemos ser conscientes de sus necesidades y dificultades para cumplir su misión, porque a ellos nos debemos, porque tienen el fusil del adversario demasiado cerca y porque nunca, jamás, deben sentirse solos ante el fuego enemigo. Música para todos, oh yeah!.


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