El SR-71 era fuerza bruta, candela pura y dura. El supercrucero como revolución, como vuelo sostenido y eficiente (con una carga de combate útil) sólo ha llegado a nosotros fundamentalmente tras el enorme salto cualitativo en la creación de nuevas aleaciones de metales resistentes a las altas temperaturas y mucho más ligeras.
Ponerte en supercrucero nunca fue demasiado difícil, lo complicado ha sido conseguir hacer algo productivo con esa capacidad.
Creo recordar que los de la Lockheed chinchaban a los de P&W diciendo que su J-58 era en realidad un "inductor de flujo" por aquello de que a mach 3 la mayor parte del empuje lo proporcionaba el sistema de admision... Saludos. Pablo.
¡Que tiempos aquellos del J-58...!
ResponderEliminarEl SR-71 era fuerza bruta, candela pura y dura. El supercrucero como revolución, como vuelo sostenido y eficiente (con una carga de combate útil) sólo ha llegado a nosotros fundamentalmente tras el enorme salto cualitativo en la creación de nuevas aleaciones de metales resistentes a las altas temperaturas y mucho más ligeras.
EliminarPonerte en supercrucero nunca fue demasiado difícil, lo complicado ha sido conseguir hacer algo productivo con esa capacidad.
Saludos.
Creo recordar que los de la Lockheed chinchaban a los de P&W diciendo que su J-58 era en realidad un "inductor de flujo" por aquello de que a mach 3 la mayor parte del empuje lo proporcionaba el sistema de admision...
ResponderEliminarSaludos.
Pablo.